2. Planteamiento del problema
La Nueva Gestión Pública (NGP) tuvo un impacto inicial en España, pero pocos casos han logrado implementarla con éxito. Ejemplos destacados incluyen los ayuntamientos de Barcelona y Alcobendas. Este trabajo analiza el enfoque original de la NGP, especialmente en la profesionalización del personal directivo. Se examinan las relaciones entre política y dirección profesionalizada y los obstáculos para su institucionalización. Finalmente, se proponen estrategias para favorecer su implementación actualmente.
3. Los diferentes tipos de dirección pública y su grado de profesionalización
3.2 El personal directivo en las entidades instrumentales del sector público estatal
Las empresas públicas y fundaciones estatales son espacios comunes de cooptación política. Estas instituciones permiten el nombramiento de personas afines a los partidos políticos en puestos clave. La falta de transparencia y rendición de cuentas dificulta determinar si esta práctica es generalizada o no. Demostrar la cooptación es complicado, ya que los nombramientos pueden ser justificados legalmente. Las denuncias mediáticas suelen ser ineficaces para provocar dimisiones entre los involucrados.
4. Análisis de la labor de la persona directiva pública
4.2. Las relaciones entre la dirección profesionalizada y la política
La dirección pública está dominada por la clase política y se sugiere su despolitización. A menudo, se asocia con la independencia y la neutralidad, pero en la práctica, los directivos públicos ejecutan políticas centradas en la eficiencia y la reducción del gasto. En España, es crucial contar con políticas públicas bien definidas y un proceso meritocrático para seleccionar a los directivos, evitando la confrontación entre políticos y burócratas. La profesionalización de la política es esencial para asegurar una gestión pública efectiva y transparente.
Conclusiones
1. La nueva gestión pública, originada en el mundo anglosajón, impulsó la eficiencia y eficacia en instituciones públicas mediante la dirección de personas capacitadas. En España, sin embargo, se optó por modelos más cerrados de dirección pública profesional.
2. El sector público es diverso, con directivos que han logrado resultados destacados en diversas organizaciones. En tiempos de crisis y cambios acelerados, es crucial no descartar ningún talento y promover la profesionalización directiva.
3. Con un modelo más abierto, debemos enfocarnos en establecer mecanismos rigurosos y públicos que permitan a las personas demostrar, antes de postularse a un puesto directivo, que poseen las competencias necesarias para desempeñarlo.
4. Los procesos selectivos para personal directivo, con candidatos previamente acreditados, pueden aumentar la confianza ciudadana en los nombramientos. Esto legitima las elecciones políticas al asegurar que se eligen personas capaces para gestionar y mejorar servicios públicos.